El miércoles por la tarde, un episodio poco común tuvo lugar en el puente del kilómetro 50. Más específicamente en la parada de colectivos. Un niño introdujo un dedo en una de las aberturas del asiento y se le quedó trabado. Con ayuda de los bomberos de la zona, estos lograron sacar la parte intacta.
Cerca de las 17 horas, los rescatistas se hicieron presentes en la parada de ómnibus y se encontraron con el niño sentado. El menor había metido uno de sus dedos en la ranura circular característica de la estructura. La parte se encontraba ya hinchada y colorada.
Ante el problema, los bomberos lograron cortar el fierro con un torto. Afortunadamente, «el servicio salió con exito y el nene no tuvo ninguna fisura ni lastimadura en el dedo», relató uno de los profesionales, que pidió por favor que la información sea compartida con el fin de mantener precaución ante este tipo de accidentes.
