En día de ayer, un padre compartió en su cuenta de Facebook un suceso que lo dejó conmocionado. A su hija menor de seis años con autismo le negaron la entrada al Instituto Federico Dickens de Del Viso. Fueron las autoridades del establecimiento quienes se encargaron de informarle al progenitor sobre la decisión.
Según el posteo de Marcos Palomeque Girotti en su perfil de Facebook, el día martes 18 de abril a las 20 horas recibió un comunicado por WhatsApp de parte del colegio ubicado en Avenida Ingeniero Eduardo Madero al 2076, el cual detallaba los motivos por los cuales la menor no podía volver a ingresar a la institución.
Acompañado por capturas e imágenes, el hombre expresó su indignación ya que «en ningún momento tuvieron la intención de reunirse con nosotros ni los directivos ni la docente para encontrar una solución o una propuesta».
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El mensaje especificaba que «la alumna Emma G de 1ro B no podrá concurrir a clases hasta presentar un informe de facultativo médico competente que indique que la niña no representa un peligro para ella o para otros».
En este marco, el colegio manifestó que la menor arrojaba objetos «a sus compañeros, docentes y acompañante» lo que les ocasionó lesiones leves a los implicados. La joven también se golpeaba a ella misma.
El día lunes lo presentamos vía mail y nos responden a los 2 días «RECIBIDO».
Marcos Girotti acerca del informe facultativo médico presentado al Instituto Federico Dickens.
No obstante, el progenitor de Emma reconoció que la niña -que asistía al Dickens desde sala de 4- solía llorar o «ponerse nerviosa» en la escuela. Ante tales episodios, Marcos mencionó que durante esos años de preescolar las Acompañantes Terapéuticas de la menor supieron contenerla y acompañarla. Pero esto no sucedió cuando Emma comenzó el primer año: «Desde el primer momento se nos negó el AT para Emma», escribió su padre.
A partir de su comienzo en el nivel inicial primario, «la aceptaron pero la ignoraron constantemente», redactó dirigiendose a las maestras y autoridades del colegio.
Dadas las circunstancias, el padre se dirigió a la Dirección General Educación Gestión Privada (DIEGEP) de Pilar para realizar la denuncia. La entidad constató que la casa de estudios no cumplía con las normas de inclusión.
«El banco de la tranquilidad» del Instituto Federico Dickens
Para sumar, la polémica por la falta de inclusión no era la única irregularidad en el Instituto. En la publicación, el padre de Emma compartió que existía también un «banco de la tranquilidad».
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Se trata de una sillla ubicada a un costado del grupo: «un lugar donde los niños que «se portan mal» son sometidos y expuestos a la vista de todo el colegio», redactó Marcos y sumó que la «contención» del alumno se hace a través de «amenazas». Luego, citó que la medida de castigo era aprobada por la docente del grupo y AT, la directora y vicedirectora del colegio.
Es por estos motivos que el padre de la estudiante pidió que la noticia sea difundida por todos los medios.