En los últimos días, la investigación del crimen de Roberto Wolfenson, el ingeniero asesinado en su casa del country La Delfina de Presidente Derqui el pasado 22 de febrero, tuvo un avance crucial: la Justicia, junto a la DDI San Isidro y la Sub DDI Pilar decidieron detener a la empleada doméstica de la víctima.
La detenida fue identificada como Rosalía Soledad Paniagua. La mujer se vio complicada por su aparición en algunas cámaras de seguridad instaladas en la vía pública. Además, en su poder tenía un parlante bluetooth que la viuda de Wolfenson reconoció como propiedad de su marido.
Trascendió que la mujer, de nacionalidad paraguaya, se encontraba trabajando hace poco más de un mes en la casa de los Wolfenson. La sospechosa se encontraba suplantando a la empleada doméstica estable e iba a terminar el reemplazo el jueves 22, última vez que el jubilado fue visto con vida.
La doméstica había sido la última persona en ver al ingeniero con vida. En su declaración como testigo, la mujer afirmó haber salido del lote el día jueves cerca de las 14 horas. Luego, tomó un colectivo hasta la estación de trenes de Presidente Derqui. Una vez arribada al lugar, se sentó en uno de los bancos para esperar el ferrocarril.
En ese intervalo de espera, las cámaras de la zona registraron información que complicó a la mujer: en la filmación se muestra cómo Paniagua manejaba dos celulares: por uno envía un mensaje de voz, y el segundo parece ser apagado.
Diego Recchini, periodista, detalló que la actual detenida «llegó cerca de las 14:30 a la estación de tren de Derqui. A las 14.42 todavía no había llegado el tren que la llevaba a William Morris. Y en ese horario es la última activación del celular de Wolfenson, justamente en la antena de Derqui, donde la víctima nunca había estado«. Posteriormente en otro video aparece cómo la empleada le ofrece el celular a otra mujer, quien lo rechaza.
Luego añadió que «en los videos del andén también se observa que Paniagua tenía la mano izquierda inmovilizada con un pañuelo y en todo momento se mira la mano derecha, como si tuviera algún tipo de lesión, que pudo surgir de la lucha o del cordel con el que estrangularon a la víctima».
En las próximas horas, la mujer será indagada como presunta autora del «homicidio criminis causa». Se investiga si a la casa de Wolfenson ingresó otra persona además de la doméstica, o si Paniagua redujo por sus propios medios a su empleador y lo asesinó.
Alejandro Broitman, abogado de la viuda de Wolfenson, manifestó al periodista Pampa Mónaco que hay un segundo sospechoso: un vigilador que habría recomendado a Paniagua y que no la revisó cuando ella salió de La Delfina.